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VIVIENDO EN COMUNIDAD

Una de las decisiones más difíciles a la que nos enfrentamos cuando estamos en la búsqueda de una nueva vivienda es la de tener que aceptar que, sea por razones económicas, ubicación o entorno, nuestra mejor opción es la de ocupar un departamento en un edificio multifamiliar elevado o una pequeña casa en condominio y para quienes siempre han vivido en casas independientes, o edificios de pocos niveles, si no se toman las precauciones necesarias, la mudanza y ocupación de la nueva vivienda, pude convertirse en una enorme decepción primero y en un infierno después.

La atractiva oferta de departamentos en cantidad pocas veces vista, se hace irresistible ante los demandantes de ellos. Pero lo que podría ser una buena elección económica inicial, puede convertirse en un dolor de cabeza e insufrible nivel de calidad de vida de los próximos años. Por ello hay que revisar con calma y criterio esa tremenda oferta que en imágenes se observa atractiva.

A la hora de elegir es necesario visualizar nuestro futuro como ocupantes de dichas unidades de vivienda, sea como personas individuales o como familias. Revisemos algunas consideraciones necesarias previas a la compra de un departamento en edificio multifamiliar.

Ubicación de la nueva vivienda. Estar totalmente apartado o muy cerca de los centros comerciales y de servicios no es conveniente. Si se eligen zonas alejadas, el acceder a dichos centros se volverá traumático, sobre todo en horas punta; vivir muy cerca de ellos puede convertirse en una pesadilla, a toda hora del día. Elegir ubicaciones intermedias, a 15-20 minutos de caminata de dichos centros, es la mejor opción.

Entorno de la nueva vivienda. La zona a la que llegará a instalarse con su actual o, futura familia, debería encontrarse dentro de una zona urbana consolidada, con condiciones mínimas de seguridad y cerca de vías principales que los conecten con gran parte de la ciudad.

Nivel de altura de la nueva vivienda. Es sabido que los departamentos que ocupan los tres primeros niveles de un edificio son los que tienen los precios de venta más elevados, conforme se gana altura los precios descienden. Pero adquirir un departamento en el piso 20, porque cueste la mitad de lo que cuesta el del segundo nivel no siempre será la mejor opción. ¿Cuenta el edificio con un mínimo de dos ascensores de buena calidad? ¿Tenemos personas mayores en la familia? ¿La altura ante la eventualidad de un movimiento sísmico nos podría causar una inquietud permanente?

Área de la nueva vivienda. Con las facilidades brindadas a las constructoras para crecer en altura se hizo necesaria la reducción de áreas internas para equilibrar costos de los requerimientos estructurales de esos gigantes de concreto. ¿Podemos convivir con los miembros de nuestra familia en espacios reducidos, sin las áreas sociales necesarias y a sabiendas de que con el paso del tiempo, dichas áreas reducidas nos obligarán a pasar la mayor parte del tiempo fuera de la vivienda?

Los vecinos con los que convivirá. ¿Conocen a los ocupantes, de las múltiples unidades de vivienda con las que compartirán los accesos, recesos, ascensores, escaleras, áreas comunes y servicios complementarios o, al menos, tienen referencias ciertas de su forma de vida y comportamiento?

El Pacto Social de Convivencia o Reglamento Interno. ¿Están seguros de que el edificio multifamiliar en el que se encuentra la vivienda adquirida, ya cuenta con un adecuado y bien elaborado Reglamento Interno, que asegure que la vida diaria con sus vecinos se regirá estrictamente por normas mínimas de convivencia, favorables para todos?

El Costo de Mantenimiento de las Áreas y Servicios Comunes. ¿Conocen a ciencia cierta el monto al que ascenderá el mantenimiento mensual que por norma se ha establecido como cuota de cada unidad de vivienda? ¿Está dentro de sus posibilidades económicas, considerando que ese pago es ineludible, permanente y para siempre?

Los vecinos del Entorno. ¿Han tenido la oportunidad de conocer a los miembros de la pequeña comunidad en la que se están insertando, incluyendo a los vecinos de los otros edificios, condominios y áreas cercanas?

Y, finalmente, ¿Sabe usted y su familia, que compartir su vida diaria y en forma permanente con personas que hasta el momento de su mudanza desconocían, los obligará a adoptar nuevos patrones de vida, que consideren, acepten y compartan gustos y decisiones en forma conjunta?

Adquirir una nueva vivienda que, probablemente, sea para el resto de sus vidas, mediante una mala o apurada elección, sobre todo, sin considera el factor social de convivencia, podría ser el peor error de sus vidas.

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