Encontraste la Vivienda de tus sueños, o la que más se acerca a ello y decides hacer la compra, de inmediato. Lo ideal sería adquirirla con el fruto de tus ahorros previos, o con esa platita que acabas de recibir de una tía recientemente fallecida y que ni sabías que existía, o de los aportes de todos los miembros de la familia, o de las remesas que está enviando desde el extranjero el Benjamín de la familia; pero, no siempre se puede contar con ello. Entonces apelas a una entidad bancaria para que te preste el dinero, lo que no sólo implica el pago de intereses por dicho préstamo, si no que además, debes firmar un documento que dice que la entidad que te facilitó el dinero para la compra, es dueña de la vivienda, hasta que termines de devolver el préstamo recibido, eso es un Crédito Hipotecario. Parece lo justo, no? Pero resulta que en el Perú, si bien la tasa de intereses del crédito hipotecario no es la más alta de América, la inestabilidad económica sí es una constante.
Primero tendrías que ser consciente de cómo vas a pagar dicho crédito; con buena parte de tu sueldo, con tus ingresos como independiente, con lo que te envían del extranjero, con tu alicaída pensión de jubilado? Tienes que calcular si la cuota mensual que has elegido pagar no se va a comer todo ello y no te va a dejar ni para comer o, que luego, si dejaras de pagarlas, el banco se va a quedar con tu casita y que, además, vas a terminar debiéndole dinero.
Estamos viviendo una situación económica incierta, los bancos reciben dinero de los ahorros de ciudadanos que para no gastarlo lo depositan en sus cuentas bancarias y ese dinero tiene un costo, porque los bancos ofrecen pagar un interés para hacerse de ese dinero que luego prestan a otros, para poder cubrir el interés prometido y para ganarse algo más que alguito. Resulta que en estos años inciertos los comerciantes, empresarios, inversionistas, lo piensan mucho antes de invertir en un nuevo emprendimiento o negocio y como los bancos tienen un dinero que tienen que trabajar sí o sí, entonces han volteado los ojos a los créditos hipotecarios, porque en el fondo es el negocio menos riesgoso para ellos, porque si no pagas, ellos ganan más al quedarse con tu casita. Por eso abundan los ofrecimientos de Créditos Hipotecarios, para todos, no importa si tienes una historia con Infocorp, lo que importa es que firmes entregando en prenda tu nueva casa. Entonces, no debes solicitar un Crédito Hipotecario? SÍ, claro que sí, pero antes debes investigar varias cositas, desde medir el tamaño de la angurria bancaria, hasta las probabilidades de que se te corten los ingresos con los que vas a pagar dicho crédito.
Vamos a ver, tu trabajas con un banco A, has sido extremadamente puntual en los pagos de los pequeños préstamos recibidos, tarjeta de crédito incluida y en el banco te tratan como si fueras de la realeza, bien por ti. Pero eso no basta para hacer el negocio de tu vida con ese banco. Investiga, primero, qué Banco te ofrece la mejor tasa hipotecaria, es decir, cuál cobra los menores intereses, averigua su récord de préstamos, revisa en redes las opiniones ciudadanas sobre su comportamiento con sus clientes, haz una tabla y engánchate con el mejor. No tengas pena de no pedirle el préstamo a tu banco de toda la vida si no te ofrece las mejores condiciones, que sean la contraparte a tu lealtad y cumplimiento. Recuerda que los bancos no te prestan porque son buenos, porque están felices de que consigas la casita de tus sueños, te prestan porque éste es el mejor negocio, el más rentable y el más seguro. Por ello debes adoptar una actitud muy fría a la hora de elegir a tu socio financiero. Ellos hacen lo mismo y más.
Los que saben, aconsejan ahorrar un par de años antes de embarcarte en un Préstamo Hipotecario, con una cantidad mensual similar a las que vas a desembolsar cuando estés pagando el préstamo, así vas midiendo tu capacidad de pago. Debes, también, olvidarte de las vacaciones, de los gastos superfluos e innecesarios, disciplina económico financiera, la llaman. Es terriblemente odiosa, pero si la acatas no tendrás ningún problema posterior. Si no puedes con ello, mejor invierte en arreglar lo más que puedas, tu casita actual, pero no te embarques en un Crédito Hipotecario.
En todo momento cuídate de que la consecución de tu Bienestar Inmobiliario no se convierta en tu Cruz Inmobiliaria. No sería justo, ni para ti ni para tu familia.